Febrero,
el mes de la purificación.
La limpieza y renovación.
El
mes febrero es un mes que solía dedicarse a la purificación. Las
ciudades se purificaban con sal caliente llamada februum.
El día 2, la actual fiesta de la Candelaria, era el día en el que
la Diosa terminaba su cuarentena después de dar a luz al niño dios
sol. Cuando terminaba, se celebraba una fiesta. Los celtas le
llamaban Imbolc; los romanos, Lupercalia y se la dedicaban al dios
Pan. Los celtas celebraban el día de la diosa Brígida, de todo lo
femenino y el retorno de la diosa después de la oscuridad. Brígida
era una diosa de fuego triple, tenía las flechas de la inspiración,
la sanación y el fuego del hogar o la forja. Se le relacionaba con
la matriz, la tierra, el inframundo y el subconsciente. Todos los
huecos de la tierra, cuevas, pozos, fuentes se consideraban sagrados.
En
algunos lugares
se comía carne de cerdo y se guardaban los huesos para enterrarlos
cuando comenzaba la siembra. La cerda representaba a la Diosa. Uno de
los aspectos de Deméter era la Diosa Cerda. De hecho en la leyenda,
la diosa nombra a un porquerizo su primer sacerdote.
Durante
las Lupercalias, la diosa Luna era adorada con el símbolo de una
loba, y representaba la purificación y la fertilidad. Era la época
en la que las lobas entran en celo. Los griegos y los romanos
sacrificaban animales y hacían tiras con su piel. Se perseguía a
mujeres, que se ofrecían voluntarias, para golpearlas con las tiras
y estimular la concepción. Con mucha frecuencia, la excitación
acababa convirtiendo esta fiesta en una orgía hasta el punto de que
en Roma se prohibieron. Las Lupercales son el origen de San Valentín.
El
14 de febrero de 1929 Al Capone ordenó asesinar a siete miembros de
una banda rival. La famosa película La
matanza de San Valentín,
de Roger Corman (1967) reconstruye lo ocurrido. La
película Con
faldas y a lo loco,
de Billy Wilder (1959) también está centrada en ese día.
En estas fechas puedes escribir historias de amor, de purificación. Si escribes una historia sobre bdsm, la fiesta preferida de ellos son las lupercales. Una historia de amor situada en febrero tendría un matiz diferente que una comenzada en primavera o verano. ¿Cuál crees que sería? En febrero el amor vendría de una purificación. O sea, tu personaje habrá dejado atrás una serie de pautas mentales que no le servían respecto a su idea del amor. La historia empezaría como algo nuevo. En primavera y en verano los instintos, lo sexual y la fuerza de la tierra tendrían más protagonismo.
En estas fechas puedes escribir historias de amor, de purificación. Si escribes una historia sobre bdsm, la fiesta preferida de ellos son las lupercales. Una historia de amor situada en febrero tendría un matiz diferente que una comenzada en primavera o verano. ¿Cuál crees que sería? En febrero el amor vendría de una purificación. O sea, tu personaje habrá dejado atrás una serie de pautas mentales que no le servían respecto a su idea del amor. La historia empezaría como algo nuevo. En primavera y en verano los instintos, lo sexual y la fuerza de la tierra tendrían más protagonismo.
Quizás en
febrero tus personajes analizarían más los posibles pros y contras
de empezar una relación y en verano o primavera se dejarían llevar
más por su sexualidad. Lovecraft, en El
horror de Dunwich,
nos hace una breve biografía de un monstruo terrible. Se supone que
su padre es el diablo. Para el día de su nacimiento, Lovecraft
señala el Día de la Candelaria,un
portal cósmico, fiesta ya cristianizada en la que por un lado se
acaba el invierno, y por otro es un mes de purificación. Para mayor
desafío a las normas divinas, nace en domingo, el día consagrado a
Dios (se supone que su padre tiene poder para elegir la fecha de
nacimiento). Este autor nos cuenta una historia fantástica pero nos
consigue meter en la atmósfera sobrenatural y uno de los recursosque
utiliza son las fechas mágicas:
Fue
en el término municipal de Dunwich, en una granja grande y
parcialmente deshabitada levantada sobre una ladera a cuatro millas
del pueblo y a una media de la casa más cercana, donde el domingo 2
de febrero de 1913, a las 5 de la mañana, nació Wilbur Whateley.
La fecha se recuerda porque era el Día de la Candelaria, que los
vecinos de Dunwich curiosamente observan bajo otro nombre, y, además,
por el fragor de los ruidos que se oyeron en la montaña y por el
alboroto de los perros de la comarca que no cesaron de ladrar en toda
la noche. También cabe hacer notar, aunque ello tenga menos
importancia, que la madre de Wilbur pertenecía a la rama degradada
de los Whateley. (…)
La
madre estaba extrañamente orgullosa de aquella criatura de tez
morena y facciones de chivo que tanto contrastaba con su semblante
enfermizo y sus ojos rosáceos de albina, y cuentan que se le oyó
susurrar multitud de extrañas profecías sobre las extrañas
facultades de las que estaba dotado el niño y el impresionante
futuro que le aguardaba.
Este
autor conoce y maneja todas las fechas mágicas del mundo celta y las
utiliza para recalcar que son puertas que nos unen con el mundo
sobrenatural.
Patricia Sánchez-Cutillas, Taller de escritura y magia