Os pongo unos párrafos de mi libro Taller de escritura y magia, en el que cuento el significado del 1 de noviembre. Esta fecha es una de las ocho puertas cósmicas del año.
Sexta puerta: Halloween y el 1
de noviembre
Esta es una de las fechas más
famosas en la literatura y del cine, sobre todo por la noche de
Halloween, la del 31 al 1 de noviembre.
Los límites que separan un año
de otro se vuelven delgados. Representa un período de viajes
internos y profundos. Las semillas están bajo tierra. Se celebraba
el festival celta de Samhain. En Grecia Perséfone ya estaba en el
inframundo y en Egipto Osiris ya se había retirado al mundo de los
muertos. Los romanos le dedicaban esta noche a Hécate. Los celtas
celebraban el Año Nuevo y el comienzo de la oscuridad.
Es el momento en el que los
humanos pueden establecer un vínculo con el más allá. La línea
que separaba el mundo de los muertos del de los vivos se hacía
apenas imperceptible. Por esa razón se invitaba a los familiares
difuntos y se espantaba a los espíritus dañinos.
En la religión católica, el 1
de noviembre es el Día de Todos los Santos y el 2 de noviembre el de
los Difuntos. En el la mayoría de los países del mundo el día 1 es
el día de los Difuntos. Se cree que el uso de los disfraces de
calaveras y brujas era una forma de ahuyentar a los malos espíritus.
Stewart Farrar en What
Whitches Do dice:
Es el final del verano, cuando se
sienten crecer los poderes subterráneos con sus puertas abiertas y
todas sus fuerzas liberadas, tanto las malas como las buenas.
Para los celtas el mundo de los
muertos era un lugar de felicidad perfecta. El druida actuaba como
médium y se comunicaba con los antepasados para que sirvieran de
guía espiritual a los humanos. Con el tiempo, ya en Europa
cristianizada, se utilizó la palabra Halloween, que significa
víspera de todos los Santos. Esta fiesta conserva el carácter
lúdico que tenía en un principio, a la vez que se reconoce que los
poderes ocultos y de las brujas andan sueltos.
El símbolo de la calabaza, tan
habitual en esta fiesta, se cree que procede de la figura de Jack
O’Lantern, personaje de Gran Bretaña. Se decía que en vida había
sido tan malvado que fue condenado a vagar por el mundo con su cabeza
bajo el brazo como una linterna. También se le representaba colgado
boca abajo, figura que se cree que inspiró la carta del Colgado en
el tarot. Aunque otras versiones dicen que esta carta es el dios
Odín.
La fiesta e solía celebrar con
antorchas o velas encendidas y acababa con alegría, ya que
significaba la afirmación de la vida frente a la muerte. En algunos
rituales antiguos, el sacerdote y la sacerdotisa consumaban el acto
sexual. Esto representaba la unión de las dos fuerzas bipolares del
Universo.
Más tarde con el cristianismo se
eliminó el aspecto lúdico de la fiesta y esto influyó en el
concepto de la muerte. A partir de esta supresión, se deja de ver a
la muerte como un proceso dentro de un ciclo y adquiere tintes
trágicos.
Patricia Sánchez-Cutillas, Taller de escritura y magia