domingo, 20 de marzo de 2016

Equinoccio de primavera y Taller de escritura y magia

Os pongo unas líneas sobre el equinoccio de primavera de mi libro Taller de escritura y magia. Si queréis leer más, podéis encontrar las primeras páginas en Amazon, poniendo el título y el apellido.
Y si queréis consultar talleres, lo podéis hacer en http://www.talleresdeescrituracreativa.es


El equinoccio de primavera

En la mitología griega este período corresponde a cuando Hades, el señor de los infiernos, tiene que liberar a Perséfone. Esta sube al mundo de los vivos y la tierra rejuvenece. En otras leyendas correspondía al período en el que Osiris resucita después de ser despedazado por Set; al de Dionisio, que resucita después de ser despedazado por los gigantes; y al de Jesucristo, que resucita después de ser crucificado por los romanos. Está relacionado también con el mito de Adonis, el dios del grano, en Belén, que significa casa del pan. Es, en conclusión, el período de la resurrección del dios después de morir.
Foto de Robert Kerton
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Uno de los símbolos más utilizados en Semana Santa es el huevo. El huevo, el hornazo, la mona de Pascua, como se celebra en la Comunidad Valenciana o en otros países como Estados Unidos, no es solo un elemento lúdico:

El huevo es el símbolo de aquello que aún no existe pero que contiene en su interior la esencia de la vida presta a manifestarse en cuanto se produzca la eclosión. Es igualmente las semillas, de forma que contiene a aquello que deberá germinar y crecer a partir de ella.

Demetrio Santos, Investigaciones sobre astrología.

Es lo que está sumergido en la noche, en el útero, y eclosiona. En la religión órfica se pensaba que el origen del mundo fue el huevo cósmico. En la película El corazón del Ángel, de Alan Parker (1987), una de las escenas más famosas es cuando Robert de Niro, que interpreta al diablo, se come un huevo.

La primavera ha sido una estación muy inspiradora para obras literarias.  Valle Inclán escribió sus Sonatas, cuatro obras referentes a cada estación: Sonata de primavera, Sonata de verano, Sonata de otoño y Sonata de invierno.
En el cine Eric Rohmer hizo cuatro películas cada una basada en una estación. Cuento de primavera, Cuento de verano, Cuento de otoño y Cuento de invierno.


Una de las escenas de la película Calle Mayor (1956), de Juan Antonio Bardem, se desarrolla durante la procesión de Semana Santa. Es un encuentro de todo el pueblo y la escena contribuye a mostrar la sociedad recoleta y provinciana. La historia es una crítica a una mentalidad mezquina que condenaba al ostracismo a las mujeres solteras. La película nos muestra lo muerta que está la espiritualidad. La forma de divertirse de la gente consiste en humillar al prójimo.

                                                     
Taller de escritura y magia, Patricia Sánchez-Cutillas

sábado, 19 de marzo de 2016

DESMONTANDO A JESÚS DE NAZARET

DESMONTANDO A JOSÉ DE NAZARET

José de Nazaret era carpintero. Siempre nos lo presentan de origen humilde, pero en realidad procedía de la estirpe del rey David. Además, con el oficio de carpintero una persona podía ganarse bien la vida por entonces.
Se casó con María, una mujer bastante más joven que él. María había hecho voto de castidad incluso dentro del matrimonio. Y ese es un punto que siempre me hubiera gustado saber: ¿se casó José con ella sabiendo esto?, ¿o se enteró después de casarse? ¿Aceptó José esto de buen grado? Es un tipo de pregunta que yo me hacía en la adolescencia durante la clase de religión de un colegio muy católico, pero, por fortuna, nunca se lo pregunté a las religiosas.
Viéndolo desde un perfil actual, José era un hombre comprensivo y con sentido d la dignidad. Se enteró de que María estaba embarazada. Sabía que el hijo no era suyo puesto que no tenían relaciones conyugales. El hijo no era suyo, su mujer se suponía que le había engañado, por tanto, iba a repudiarla. Pero a pesar del machismo imperante tanto de la época como de la religión judía, debió de ser un hombre más avanzado mentalmente. El castigo para María era terrible, la lapidación tal y como ordenaba la Torá. Y él, aunque era un hombre muy religioso, llegaría a la conclusión de que la infidelidad conyugal por parte de la mujer a su marido no tenía que ser castigada con la muerte, y mucho menos con una muerte tan horrorosa como la lapidación. Así que empezó a pensar en repudiarla pero en secreto. Por fortuna, se le apareció un ángel y le convenció de que el hijo de María era el hijo de Dios y de que había sido concebido con el Espíritu Santo.
A partir de entonces, José, María y Jesús formaron un modelo de familia llamada La sagrada familia. Y a él le debemos el acrónimo de Pepe, PP. (que no tiene nada que ver con la política), Padre Putativo.
Fue un padre cariñoso y protector con Jesús y le enseñó el oficio de carpintero.
Pero hay una mancha sombría en su expediente. Recibió el anuncio de un ángel de que Herodes iba a matar a todos los niños de Belén. Enseguida puso a salvo a su familia y huyó de allí. Pero no avisó a los otros padres. En El evangelio según Jesucristo, de José Saramago, Jesús, ya de adulto, se entera de que esto ha ocurrido por él y de que sus padres no avisaron a los otros padres para que salvaran a sus hijos, y lo vive como un gran trauma.
Hay algunos sociólogos que han llegado a decir que la figura de José había sido creada para justificar una pauta social. O sea, el cacique, latifundista, noble o lo que fuera según la época y el lugar, disfruta con la mujer hermosa de clase baja, campesina, criada u obrera, y, cuando la deja embarazada, le busca un marido para tapar la vergüenza y para que cuide de un hijo que no es el suyo. De esta forma el ejemplo de José era muy consolador y dignificaba la situación.

Pero lo más importante es que la figura de José fue cubierta de honores. Entre otros mucho es el patrón de los carpinteros, de Valencia (por tanto, de las fallas), de la Buena Muerte, se supone que murió en brazos de Jesús y de la Virgen María.

Patricia Sánchez-Cutillas
http://www.talleresdeescrituracreativa.es
patricia@talleresdeescrituracreativa.es

viernes, 18 de marzo de 2016

Acertijo literario marzo 2016

Acertijo del Litarot: ¿Quién es este personaje?


—Jugó a los bolos con huesos de muertos.
—Pasó tres noches en un castillo encantado.
—Su padre le repudió y le regaló cincuenta monedas de oro.
—Dio el braguetazo, se casó con una princesa.
—Cuando su mujer le echó encima agua con pececillos, casi se muere de miedo.


Creado por Patricia Sánchez-Cutillas

Solución al final de la pagina,




TALLER DE ESCRITURA ONLINE 

BASADO EN LOS CUENTOS DE HADAS

Programa:
1 – Blancanieves. La evolución de los personajes.
2 – Juan sin miedo. Historias de superación.
3 – La Bella Durmiente. El argumento y el destino.
4 – Los músicos de la banda de Bremen. Historias sobre la amistad.
Duración: 1 mes.
Comienzo: continuado, puedes incorporarte cuando tú elijas.

Dinámica del curso: se envían los temas una vez por semana por correo electrónico. Al final de cada tema hay una propuesta literaria, también llamada compromiso artístico. Los alumnos tenéis una semana para escribir la propuesta basada en el tema y enviarla. Luego se devuelve corregida. Todo el grupo estará comunicados a través de la lista de correos, de modo que podéis hacer preguntas, sugerencias de lecturas, comentarios... La atención es muy personalizada.

Profesora: Patricia Sánchez-Cutillas es autora de las novelas La voz empedrada y La isla de la nada y de los libros El oráculo de los cuentos de hadas, Litarot, Taller de escritura y magia y ¿Te gusta escribir? Da talleres de escritura creativa desde 1996.


Información e inscripción:
patricia@talleresdeescrituracreativa.es
(34) 656 32 49 79
http://www.talleresdeescrituracreativa.es

http://www.litarot.es



SOLUCIÓN: JUAN SIN MIEDO.


martes, 15 de marzo de 2016

Los dioses de cada hombre

Los dioses de cada hombre es un libro interesantísimo. Su  autora, Jean Shinoda Bolen nos dice:

 Este libro presenta a los hombres y a la psicología masculina bajo una visión diferente. Al beber de las fuentes de la mitología y de la teología he descubierto que la actitud patriarcal de hostilidad hacia los hijos es muy evidente. Esta misma actitud está también presente en la teoría psicoanalítica. Describo el efecto del antagonismo y rechazo paternal de la psicología masculina en el capítulo dos. “Padres e hijos: los mitos nos hablan del patriarcado”. Este capítulo incorpora las visiones de la psicoanalista Alice Miller, que señala que el mito de Edipo comienza con el intento del padre de asesinar a su hijo. En cualquier familia o cultura en la que los hijos sean vistos como amenazas para el padre y sean tratados como tales, la psique de un hijo y el clima cultural se verán negativamente afectados. Estoy presentando una nueva perspectiva psicológica. Además, Los dioses de cada hombre es una psicología de los hombres que considera importante el impacto de la cultura en el desarrollo de los arquetipos.

Os animo a leerlo. Entenderéis muchas cosas sobre vosotros mismos o sobre otras personas cercanas. Y, si os gusta escribir, es una fuente muy interesante para crear personajes masculinos.

Patricia Sánchez-Cutillas http://www.talleresdeescrituracreativa.es



sábado, 12 de marzo de 2016

TALLER DE ESCRITURA ANÁLISIS DE JUAN SIN MIEDO


TALLER DE ESCRITURA

 BASADO EN LOS CUENTOS DE HADAS







Análisis del cuento Juan sin miedo



 A todos nos gustaría vivir sin miedo. Cuando no lo tenemos, parece que estamos más cerca de la libertad. Pero también este sentimiento tiene su parte positiva. Por eso, no conocerlo no es una virtud sino una carencia. Juan, el chico que no tiene miedo, debe aprenderlo como una lección más en la vida. Solo cuando pasa por una serie de pruebas y acaba conociéndolo, se realiza como persona.

El miedo nos sirve para sobrevivir, para no ir arriesgándonos inútilmente en nuestra vida. Tiene una función de supervivencia. La verdadera valentía se da cuando ya conocemos el miedo y somos conscientes de los riesgos que corremos. Si no lo sabemos, no somos valientes sino temerarios. Juan siempre está coqueteando con la muerte.

Además de querer saberlo por curiosidad, también está el deseo del protagonista de equipararse a los demás. Se siente singular, pero es una singularidad que él no ha elegido. Necesita sentirse igual al resto de la gente. Juan sin miedo se comporta como un tonto. Pero tiene la suficiente sabiduría para saber qué tiene que resolver en su vida. Por su falta de miedo es tomado por un héroe y es capaz de desencantar un castillo. El rey le acaba concediendo la mano de su hija.


Pero Juan se queja de que aún no consigue entender lo que es el miedo. Sentir miedo es humano, no sentirlo no lo es. Su esposa le ayuda. Cuando están solos en la alcoba y a oscuras, le arroja agua con pececillos que se retuercen sobre su piel. A partir de ahí conoce el miedo.

Es muy curioso que no conozca el miedo en las grandes aventuras ni en contacto con muertos y fantasmas sino en el lecho nupcial y a través de su mujer. Allí se encuentra con aquello que no ha podido sentir en toda su vida, con lo que ha estado ausente toda su vida. El miedo lo encuentra cuando tiene que enfrentarse a las emociones sexuales.
 Según Bettelheim:

«El héroe de este cuento no podía estremecerse debido a la represión de todas sus sensaciones sexuales, como nos lo demuestra el hecho de que, al recuperar de nuevo sus temores sexuales, el protagonista puede ya alcanzar la felicidad.
Se libera de su incapacidad de sentir miedo por la noche con su esposa y en la cama. Es muy significativo el lugar y es muy significativa la angustia del protagonista. Tras una aparente falta de angustia se puede esconder una serie de
temores infantiles e inmaduros».

El mensaje principal del cuento es que no se puede alcanzar la felicidad conyugal a menos que se hayan experimentado todas las sensaciones que se habían quedado congeladas.



Patricia Sánchez-Cutillas, El oráculo de los cuentos de hadas

 patricia@talleresdeescrituracreativa.es

martes, 8 de marzo de 2016

Hécate y las locuras del subconsciente

Rescatando a Hécate 
Hoy es 8 de marzo y para celebrar el día de la mujer vamos a rescatar a esa diosa tan olvidada y a la vez tan poderosa como es Hécate, diosa de las hechiceras, de la justicia, de las riquezas del inframundo y del subconsciente.

Está extraído del libro Taller de escritura y magia. Espero que disfrutéis con esta breve lectura.

 Hécate y las locuras del subconsciente
Al principio Hécate, la diosa de la luna nueva, era una de las manifestaciones de la Gran Diosa. Se la representaba con tres cabezas de animal, (de perro, serpiente y caballo). Después evolucionó a una diosa con tres cabezas humanas: la joven (luna creciente), la madura (llena) y la anciana (menguante o nueva). Por esta razón su estatua se colocaba en las encrucijadas y podía ver el pasado, el presente y el futuro. Esto le convertía en la diosa de la profecía, de la adivinación y de los hechizos. Después las fases de la Luna se transformaron en tres diosas: Artemisa, Febe y Hécate; o Perséfone, Deméter y Hécate. Las tres eran manifestaciones de la Gran Diosa.
Como una de las facetas de Hécate era Perséfone, la diosa semilla, señora del inframundo y de la primavera, estaba relacionada con la muerte, la resurrección, el mundo subterráneo, lo oculto, la magia negra y los fantasmas. Podía manejar energías sutiles, tanto para el bien como para el mal, y vigilaba la frontera entre el mundo de los muertos y el de los vivos. Para los griegos el inframundo estaba en el interior de la tierra y representaba el subconsciente, mientras que la superficie de la tierra simbolizaba lo racional y el cielo la espiritualidad. Como diosa del inframundo, concedía a los mortales sueños y visiones con los que podían solucionar problemas de sus vidas. También se consideraba al inframundo el útero de la tierra, el lugar donde se gestaba la creatividad. Encarnaba también la oscuridad y sus terrores, los mundos ocultos, inspiraba lo tenebroso y era la diosa de los misterios. Portaba antorchas para iluminar el inframundo y tenía la capacidad de saber lo que ocurría en el mundo del infierno. La noche del 1 de noviembre estaba dedicada a ella. Los griegos y romanos consideraban que en el interior de la tierra había grandes riquezas, minas y piedras preciosas, por esa razón también se relaciona a Hécate con la prosperidad.
Era la diosa de la transformación. Regía la transformación de las mujeres por la menopausia y la transformación de las almas a las que llevaba al mundo de los muertos. Por esa razón es también la alquimista y la artista suprema.

Sus árboles sagrados eran los tejos y los álamos negros. El laberinto serpentino se conocía como la rueda de Hécate. Sus símbolos eran el caldero, la tela de araña, las plumas de búho y la espada o athame. Con ella iba siempre el can Cerbero, el guardián del infierno, que tenía tres cabezas. A veces una de las caras de la diosa se representaba como una perra, por lo que también le llamaban la perra negra. Se le asociaba con los perros que ladran a la Luna. En el tarot el arcano de la Luna son dos perros que ladran a la Luna mientras un cangrejo emerge de las aguas del subconsciente.
En El tarot mítico, las autoras representan a Hécate en la carta de la Luna:

El encuentro con Hécate, la diosa-Luna, es el enfrentamiento con un mundo transpersonal, donde los límites personales se borran y el sentido de la dirección y el ego se han perdido. Es como si tuviéramos que esperar sumergidos en las aguas de este mundo a la vez que surgen las nuevas posibilidades que con el tiempo se van a convertir en nuestro futuro. Pero las aguas oscuras del subconsciente colectivo contienen a la vez lo positivo y lo negativo, y a veces es difícil distinguir sus movimientos cambiantes de la locura y el engaño.

Aparece en algunos mitos, pero nunca como protagonista. En el de Proserpina y Deméter, avisa a Deméter dónde está su hija. Es también la diosa de la justicia. A pesar del gran poder que tenía, no formaba parte del panteón olímpico. Los dioses la temían.
Zeus le dio la capacidad de conceder todo lo que se le pidiera. Otorgaba los dones de la sabiduría, la victoria y la riqueza. Por tanto, Hécate también representa las posibilidades y el poder del subconsciente para crear la vida de las personas. Tiene la capacidad de conceder la felicidad y su campo de acción es muy amplio.

La hechicera interior de nuestros personajes
La figura de la hechicera es muy variada, sin embargo en el mundo occidental predomina el prototipo de la mujer anciana y fea. En época olímpica y en el patriarcado se la representó como una anciana, pero no siempre tuvo ese aspecto.
¿Cómo será un personaje Hécate? Si nos dejamos llevar por la era olímpica, Hécate podría ser cualquier mujer o bruja que vivía en el campo o a solas en su cabaña. Podrías decorar su casa con plumas de búho, telarañas y calderos. La gente se asustaría al verla. En conclusión, es la vieja tradicional de los cuentos de hadas. Aunque la maldad de estas brujas no tiene nada que ver con Hécate.
Pero también puedes crear a una Hécate menos tópica y más actual. William Blake la retrató como una mujer joven y atractiva sumergida en el mundo de los sueños y del subconsciente y, además, leyendo un libro. En el cuadro aparece sentada con tranquilidad entre la oscuridad y los animales que la rodean. Basándonos en este retrato, podemos crear a una Hécate más actual. Puede ser la mujer que no tiene miedo a explorar las sombras de su vida y de su subconsciente y que se mueve como una reina entre ellas. Por ejemplo una terapeuta, escritora, sanadora… Podría ser la amiga que no se asusta cuando le contamos los pensamientos más sombríos.
Hay muchas maneras de ver a una hechicera. Los personajes femeninos más importantes en la literatura griega antigua siempre son diosas, reinas o brujas. Las brujas eran figuras muy positivas y solían actuar como guías espirituales del héroe. Circe indicó a Ulises cómo tenía que descender al infierno y volver luego a la Tierra. Y Medea utilizó su magia para dormir al dragón que vigila el vellocino de oro. Tanto Circe como Medea, sacerdotisas de Hécate, son mujeres atractivas que utilizan la magia para ayudar al héroe. De hecho Circe es la bruja que convierte a los hombres en cerdos. Eso significa que es una mujer que despierta en los hombres una atracción muy instintiva.
También Hécate representa a la mujer sabia. Las supuestas brujas o hechiceras eran curanderas y parteras en el mundo rural. Los campesinos no tenían medios para acudir a la medicina establecida ni a sus tratamientos ni a sus medicamentos, y las curanderas suplantaban al médico por el conocimiento de las hierbas.
Otra forma de trabajar este arquetipo es la mujer sabia estigmatizada en el pasado. Cualquier mujer que antes de la segunda mitad del siglo XX fuera amante de la cultura, escritora, pintora o practicara cualquier labor creativa vivía el arquetipo de Hécate.
Explorar el interior de la tierra es un equivalente a explorar el subconsciente. Representa a la mujer que busca la verdad. Representa a las mujeres que, como ya no pueden gestar vida, gestan conocimiento. Por tanto, se le relaciona con la mujer sabia, con nuestra bruja interior.
Imagínate que uno de tus personajes decide que ya no va a tener más hijos y sus hijos ya son adolescentes. Imagínate que de repente empieza a hablarle su bruja interior. ¿Crees que se extrañaría? ¿Se pegaría un susto? ¿Se sentiría acompañada? Puedes escribir una historia con esta diosa en el interior de personajes masculinos. ¿Qué pasaría si un hombre empezara a escuchar dentro de sí mismo la voz de su bruja interior? Le haría conectar con su energía femenina.
La bruja irá siempre en contra de lo social y de lo gregario. Empujará a tu personaje a la creatividad y a enfrentarse a lo que no le gusta y ve injusto aún a costa de tener a todo el mundo en contra. La bruja interior le puede hacer ganar muchas antipatías a tu personaje, pero también puede hacerlo más fuerte y auténtico.



Taller de escritura y magia, Patricia Sánchez-Cutillas